Rozalén
Una entrevista que te va a encantar... ROZALÉN
- Una película o serie que haya que ver al menos una vez en la vida.
La vida es bella. Es una película tan necesaria por su argumento sin que aparezca una gota de sangre. La definiría como la belleza dentro del terror. Me vuelve loca esa película.
- Una lectura que te haya quedado grabada en la memoria (puede ser un libro, un artículo, …)
Mujeres de Eduardo Galeano. Acudo a ese libro muy a menudo.
- Viaje que repetirías.
A Bolivia, sin pensarlo dos veces. Fue el primer país de Latinoamérica al que viajé y además fue donde conocí a Bea. Tengo muchísimas ganas de volver porque creo que fue el viaje donde cambio mi manera de ver el mundo.
- Tu comida (o postre) que nunca te cansas de hincarle el diente.
Qué complicado elegir solo uno… Me apasiona el sorbete de limón, me podría beber 50.000 litros al día jeje. Y por supuesto, el shushi me vuelve loca. Aunque también os digo, un huevo frito de toda la vida está tremendo y no le damos el valor que merece.
- Tu persona de referencia/inspiración.
Sin duda alguna, mi señora abuela.
- Una canción que no pares de cantar.
La canción de Soledad de Drexler. Desde que llegué a Madrid me acompañó mucho. Cada muy poquito vuelve a mi cabeza y no paro de tararearla durante días.
- Un concierto inolvidable.
Mis primeros conciertos que se me quedaron grabados fueron de adolescente en Viñarock. Aunque, ¡Cómo no recordar el de Extremoduro! Lo vi en la plaza de toros de Albacete y fue… sin palabras, lo tengo marcadito en la cabeza.
- Un sitio que te transmite felicidad.
El escenario, me hace tan feliz. También me hace muy feliz el lugar donde esté mi familia y la gente que quiero, independientemente cual sea.
- Si pudieras transmitirle un mensaje al mundo, ¿Cuál sería?
Sería un mensaje de empatía, que jugaran a ponerse en la piel del otro más a menudo. Sobre todo, que nada es tan importante y que dedicaran tiempo a lo esencial.
- ¿Qué tipo de jeans te definen y con cuál te identificas? (pitillo – Denver, momfit – tulsa, slouchy – domino, …)
Lo admito, en mi época de la adolescencia me declaraba fan de la campana y decía, “Jamás me pondré un pitillo” pero… me identifico muchísimo con unos pitillos. Por mi silueta, me veo muy estilizada con ellos y con un zapato de tacón.